viernes, 27 de mayo de 2011

Mariela Scafati y el "Kamishibai de campaña" en ARTEBA



















Video del Kamishibai de campaña
http://www.youtube.com/watch?v=-V2Gdpb5CKY&feature=player_embedded

¿Hubo arte político en ARTEBA?: Sí, acá

Cómo se hace arte político directo sin ser fagocitado por el discurso político, como se hace arte panfletario, directo, potente, sin que eso sea un simple y, por supuesto, legítimo panfleto político que, obviamente no es arte político. Como producir un objeto que a la vez de intervenir decididamente contra una posición defendiendo otra en un espacio determinado, no sea, en la síntesis, la condensación, mediados por algunos elementos artísticos, de los sentidos comunes descalificatorios de la posición enfrentada. Cuando es así, ni los adherentes ni adversarios de esa posición se sorprenden, actúen como actúen en función de esa intervención.

La artista Mariela Scafati el domingo 22 de mayo en el sector barrio joven de la feria de arte ARTEBA realizó una experiencia en la que se puede encontrar una respuesta imaginativa a las preguntas planteadas. Acompañada por la artista visual Florencia cabeza y por la guitarrista de Orquesta Roja, Lola Granillo, realizó una performance a la que llamó “Kamishibai de campaña” valiéndose de los recursos del viejo teatrote papel ambulante japonés

Dicen que el kamishibai o teatro de papel o quizás más literalmente drama de papel parece poder encontrarse por el siglo XII en Japón y revivido fuertemente en la primera parte del siglo XX-. Los gaito kamishibai eran andantes que establecían sus pequeños teatritos y relataban historias que iban siendo acompañadas por ilustraciones en papel que cambiaban en la pequeña pantalla en función de esa historia. En esa pequeña pantalla delineada por un marco de madera que no es mucho más grande que una carpeta oficio, Mariela comenzó su tarea de gaito kamnishibai argentina interviniendo en el debate de campaña por la elección del jefe de gobierno de la ciudad. La artista no hablaba, simplemente pasaban las láminas de papel que en principio no contenían imágenes. Colores, pura pantalla de color que cambiaba. Cuando llega al amarillo, Mariela saca ese papel y lo entrega a Florencia que esta parada muy seria, detrás de una mesa que alberga a un aparato destructor de papel que se usa en las oficinas. Florencia lo rompe en partes y lo introduce en el aparato y el “relato de colores” continúa hasta que llega otro amarillo, en este caso con algún símbolo pequeño que identifica al partido del actual jefe de gobierno. En ese momento se repite la misma ceremonia que se realiza con alguna ostentación. Distintas etapas en las que por fin aparecerán frases que ya claramente no dejan dudas sobre esa identidad que está siendo enviada al destructor de papeles. Sin encuesta, pero con sensibilidad sociológica sostenida en las vivencias por estos mundos en esta ciudad, es posible imaginar que entre el público de esa feria hay un porcentaje importante de votantes del partido que actualmente está en el gobierno de la ciudad. Ese partido se relaciona con sus votantes y potenciales votantes con pocos argumentos y mucha performance de sentido común: alegría exigida de fiesta animada por profesionales, algunos globos y frases de sentido común. Por supuesto, también hay propuestas concretas, pero hay un discurso superficial sobre la nueva política, la no confrontación y la buena onda. El partido que censuró a un candidato a la secretaría de cultura por gay, tiene no obstante, un discurso central por la nueva política y por la no confrontación y una recurrente preentación en clima de fiesta y buena onda..

En ese espacio donde hay un alto porcentaje de votantes del PRO, Mariela Scafatti construyó un objeto performático bajo formas artísticas no convencionales de alta confrontación. Los objetos estéticos de intervención directa no andan con vueltas y este no anduvo con vueltas. Para decirlo también sin vueltas, fue agresivo en el sentido vital que tiene la agresividad simbólica en la lucha política. El relato del Kamishibai de campaña era explícitamente "no sos bienvenido",“no queremos ese partido ni a sus políticas, decididamente los rechazamos y se lo hacemos saber al mundo”. Claro, el objeto, por decirlo rápido, tenía algo de angelical. La guiarrista con un look fifty’s rasgueaba una melodía que se tornaba creadora de suspenso en los momentos de destrucción de los papeles, Mariela con su vestimenta singular, centelleante, pensada por una artista, pasaba las láminas con su natural onda de amabilidad y decisión, Florencia, en todo caso era el ángel malo. Pero se trataba de tres chicas que no son las clásicas militantes políticas; que eran parte de ese mundo naturalmente, con la posibilidad de ser singular que otorga el ambiente, y que se valieron de un recurso artístico no convencional para hacer arte, arte político, e implicar y quizás confrontar con una parte del público y seguramente con un clima de ARTEBA. Que haya sido un objeto artístico el que se construyó, que no sea la simple mimetización con el discurso político, le dio a esa experiencia, en ese lugar, algo de lo que algunas acciones políticas carecen: fuerza política.

LR

1 comentario:

mariela Scafati dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=-V2Gdpb5CKY