domingo, 7 de noviembre de 2010

Performance "Cristo Travesti", de Pomarola Talk, en la marcha del Orgullo 2010




A las chicas travestis de Constitución

Este año en la Marcha del Orgullo, un pequeño comando de sociología contraataca realizó la simple acción de repartir estampitas de la obra “El cristo travesti”, de la artista Pomarola Talk. Cuando la marcha estaba saliendo de la Plaza de Mayo, llegamos Marina Farinetti, Pomarola, Patricio Dean y yo, y desde allí empezamos la caminata con el conjunto.   Pomarola había dicho que esto es “ para las Jean Valjean del asfalto, para las chicas travestis de Constitución. Porque transforman el ´sufrimiento en alegría guerrera." Y la verdad, en épocas de trascendencias débiles en la que no se ven implicaciones apasionadas con nada, el lenguaje bélico suena a sobreactuación. A un gesto simpático, de amable distancia No obstante, si uno se quiere tomar en serio lo dicho y no pensar como si se tratara de un mundo de videojuegos, sino de vida cotidiana y lucha cultural, otra es la cuestión. En principio hay que intentar hacer el esfuerzo de atender a la vida cotidiana como un espacio en el que además de reproducción de un orden, se generan conflictos cotidianamente; y que muchos de esos conflictos por más intrascendentes que puedan parecer políticamente, son una mínima  y significativa instancia en luchas por imponer o descalificar maneas de actuar, de comportarse, de presentarse. Y ahí, quizás, se pueda mirar de otro modo esa frase entusiasta 

Porque es cierta la existencia de poderosos obstáculos culturales que impiden el reconocimiento de que en muchos lados, pero también allí, en un sector social bajo, vecino a cierta marginalidad, estigmatizado doblemente por su condición social y por su forma de encontrarse con su elección sexual, exista apasionamiento e implicación a rajatabla, que no puede no ser colectiva, en función de un deseo que se convierte en una cuestión universal. Y lo es porque pelear contra la descalificación de cualquier ser humano es una causa universal. Habría que recordar aquí la significación política que un combatiente cubano nacido en Buenos Aires, le daba a la frase de José Martí que repetía en distintas ocasiones. Algo así como: "todo ser humano verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a la mejilla de cualquier ser humano." Por eso, la lucha que promueve
 ese deseo, más allá de las voluntades individuales, es una apuesta de exteriorización grandielocuente, y desde los costados, por la emancipación humana. Hay persistencia y coraje, porque las historias de aquellas que se rebelan contra las convenciones más profundas y están en un lugar subordinado de la estructura social, sin fuerza política, suelen tener destinos trágicos. Y aunque existan cada vez más espacios de reconocimiento de derechos, estos destinos trágicos persisten. Y las que recorren estos caminos difíciles defendiendo un deseo que descalificado se convierte en una verdadera causa universal, son casi personajes de Victor Hugo que sortean obstáculos límites en distintos momentos de su vida. Y muchas de ellas encuentran el destino trágico después (como se dice, acaso desde hace más de dos mil años) de haber arrastrado la cruz que les hizo cargar ese mundo potencialmente violento y oscuro que existe en zonas de la convencionalidad social y cultural.

Allí están Claudia “la monstruo”, que murió a los 30 años, Julia de Tartagal, que murió a los veinte; Agustina de Guernica, Barbi de Salta, Yeni La Narciso, Carola, la Negra, Giselle, Yanette, Margarita, Jorgelina, Wendy, daniela, Lourdes y así cientos de chicas que en la ultima década han muerto antes de los treinta o cuarenta años. Cada una de ellas y todas las demás son, de algún modo, el cristo de la estampita de Pomarola Talk. 
 En el informe nacional sobre la situación de las travestis transexuales y transgéneros se les pregunta a las 257 entrevistadas en el 2006 en todo el país si en los últimos cinco años ha muerto alguna amiga/ conocida travesti, y más del 70% contesta que sí. En una situación con algo de epifánica pude imaginar que en ese papelito por el que a primera vista quizás no se daría “ ni dos mangos” había un clima fuerte que remitía a Germán Rozenmacher, a Leonardo Favio, a Pablo Suárez.

Hay alegría en la marcha, los redoblantes acompañan una canción de Gilda que se escucha del equipo de una de las carrozas. Varios de los que están por esa cuadra de la avenida de Mayo danzan. Cuatro chicas travestis que nacieron en los arrabales de la estructura social de algún lugar del gran Buenos Aires, caminan cual si estuvieran en una pasarela. Una de ellas tiene los pechos redondos al descubierto, y su mirada,- que quiere ser ogullosa y tiene la alegría de quien la percibe efímera-, arrincona, sin poder extinguirlas, a las marcas que ha dejado la batalla cotidiana por mantener en alto esa pequeña gran bandera de la extrema diferencia, desde los fondos. Continúo entregando las estampitas, y quizás  en medio de la algarabía y apenas por un instante, imagino que,la metáfora simple de ese dibujito , dice algo que todos sabemos en términos lógicos: si en la tirada de dados de la vida te tocó llevar una condición que en ese momento es fuertemente estigmatizada, se puede optar por la invisibilización o por dar la  pelea. Aquí es casi irremediable la visibilidad, y entonces la pelea se impone aun en los momentos de absoluta desprotección. La lucha, así, no es un eufemismo. No se transita gratis. Y la furia, el "odio santo de los oprimidos", se levanta, por supuesto, sobre la alegría del combate cotidiano, pero también se ilumina con las banderas de quienes cayeron en él.

LR



jueves, 2 de septiembre de 2010

Delivery


¡Sensacional Estreno!
Dramaturgia y Direccion: Gustavo Moscona
Actuan: Ivana Cox, Bibiana De Leonardi, Leandro Llorente, Lourdes Massa, Gonzalo Moreno, Carlos Ocampo, Daniel Paez, Romina Palermo y Gustavo Tevez
Vestuario: Ema Yorio
Iluminacion: Natalia Pioppi
Sonido: Marisol Bellusci y Daniela Bulansky
Diseño Grafico: Nadia Finck
Asistencia Escenografica: Marisol Bellusci
Asistencia de Direccion: Sol Heffesse
Coreografia: Daniela Bulansky
Centro Cultural Sabato
Uriburu 763
Ciudad de Buenos Aires
Consultas al 4374-4448 int 6404
www.ecom.uba.ar/ccsabato

Estreno: Viernes 10 de septiembre 22:30 hs.
¡8 Unicas Funciones!
Entradas: 30 y 20 pesos

miércoles, 18 de agosto de 2010

Jabalí Difunto


MIÉRCOLES 18 DE AGOSTO DE 2010

el jabalí difunto

















El 17 de agosto se celebró un foro inaugural de elemededé

titulado El jabalí difunto.

La democracia ateniense sigue siendo una cuestión

sorprendente y ejemplar. La comunidad estrecha sus

lazos en la conversación, la poesía, la gymnasia,

las discusiones filosófico-mitológicas, los placeres

de gusto, el olfato y el oído. Fiestas, competencias,

cultos públicos y secretos, como el festival

exclusivamente femenino de las Tesmoforias.

Claro que esa sociedad era mucho más compleja

que este cuadro idílico, pero es la parte de la

historia que nos importa. Del mismo modo que

nos interesa el hecho de que los funcionarios

y magistrados fueran elegidos al azar entre los

ciudadanos. O que su pedagogía fuera tan entretenida.

Pese a que la propuesta para este foro era

"aproximadamente helénica" los registros fotográficos

muestran una notable confusión con los modelos

romanos del cesarismo. Pareciera que las fantasías

políticas dominantes en la actualidad repiten los

ciclos de helenización y romanización que se dieron

en Francia en los siglos XVII, XVIII y XIX. Democracia

probabilística hedónica o república cesarista circense.

Estos serán algunos temas que elemedede desenrrollará

en esta era.

Otra romántica producción de LMdD que muestra las

posibilidades de vivir.


sábado, 14 de agosto de 2010

Un artículo valiente de Ernesto Meccia


No es fácil explicar-y por lo tanto entender- en un artículo corto cuestiones referidas al dolor humano. Ernesto Meccia está escribiendo reflexiones profundas desde la sociología-y esta es una de ellas- que se transforman en objetos literarios y en herramienta política, en el sentido más denso y productivo del término. En Sociología Contraataca estámos honrados de contar a un intelectual como Ernesto Meccia entre nuestros amigos.En esta lucha nos reconocemos y de algún modo la consideramos una valiosa porción de la gran tarea que imagina mil y una acciones bajo las banderas de la emancipación humana.
Viernes, 13 de agosto de 2010
¿Ley pareja?
Por Ernesto Meccia
El Tribunal Oral IV de La Plata condenó a Marcelo Bernasconi (de 19 años) por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y la alevosía” en el caso de su madre, y “homicidio calificado por la alevosía” en el caso de su hermano.
El presidente del tribunal, Emir Caputo Tártara, expresó que “la confesa condición de homosexual del imputado carece de toda relevancia a los fines del objetivo análisis en la tarea de subsunción de hechos a Derecho. Dicho de otra manera –aunque harto obvio, reitero–, tal aspecto es ajeno e inocuo a los efectos de la aplicación de la norma que corresponda”.
Ni bien leí estas expresiones, recordé una frase de Anatole France (1844–1924): “La ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe tanto al rico como al pobre dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan”.
Por favor, que los lectores no crean que haré apologías de ningún tipo; solamente quisiera –ayudado por esta frase– analizar cuáles serían los “hechos” de este caso que se subsumieron a la ley y cuyo producto final fue la condena.
Marcelo es gay y el entorno en el que vivía es homófobo o, lo que es lo mismo, heterosexista, que a esta altura todos sabemos, es una de las ramificaciones de la ideología racista. ¿Qué es una ideología racista? ¿Un conjunto de enunciados que alumbra un hecho para mostrarlo en toda su desnudez objetiva? ¿O, más bien, un relato sobre ese hecho que le imprime características fantásticas y, de este modo, lo inventa? Claro que es lo último, pero –por más ficticio que sea– se trata de un relato que tiene consecuencias muy reales, sobre todo en las personas a quienes se lo destina, quienes a partir del relato difamador viven como difamados o como contestadores a la difamación. Sea como fuere, su vida ya no podrá entenderse en ausencia de esa fantasía injuriante.
Si convenimos en esto, les propongo que veamos, primero, “cuántos” hechos están en juego aquí y, luego, con “cuál” de ellos trabajó la Justicia.
La subjetividad maltrecha de una persona gay es un hecho tan real como lo que esta persona puede hacer en circunstancias repetidas de tensión insoportable (matar o suicidarse). A su vez, quienes crean la tensión re–citando el relato racista (el arquetípico “puto de mierda”, un clásico), también están realizando hechos tan reales como confirmarse como “normales” y crear una realidad psíquica insufrible en su destinatario. Por último tenemos una tercera clase de hecho (terrible) que es sobre lo que se ha basado la Justicia para producir la condena: el asesinato de la madre y el hermano.
Entonces lo que se subsumió a Derecho fue un hecho y no todos los hechos del caso Bernasconi, lo cual demuestra lo incompleto (¿o ideológico?) que puede ser algunas veces el razonamiento judicial.
Si reformulara la tremenda ironía de Anatole France, podría decir: “El heterosexismo, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe tanto al gay como al heterosexual de venenosa lengua suelta reaccionar negativamente el último día del año, lo que es decir la vez número 365 que debió escuchar que lo llamaran ‘puto de mierda’”. Complicado, ¿no?

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lunes, 2 de agosto de 2010

Performance de Jacoby

EL PAIS › TESTIMONIOS Y COLOR A LA HORA DE ENTRAR A LA ROSADA

Página 12

La previa del acto

Los invitados desbordaron la capacidad del salón. Una larga fila de personas pugnaba por entrar: una variopinta muestra de la diversidad que por primera vez se hizo un lugar en la Casa Rosada.


Por Emilio Ruchansky

Entrar por la puerta grande de la Casa Rosada no es fácil. Lo saben los cientos de militantes por la diversidad sexual que hicieron una larga cola sobre la calle Balcarce, también lo sabe el ex jurado de Bailando por un sueño Jorge Lafauci, que en su afán de esquivar el bulto, quiso atravesar las rejas por el acceso de prensa y fue ninguneado por los guardias de seguridad. “Yo vengo a ver qué pasa. A mí me invitó el productor Alejandro Vannelli, hace treinta años que lo conozco; ahora, si tengo que hacer cola me voy”, le dijo este personaje mediático a Página/12. Mientras esperaba a Vannelli, que ya tiene fecha de casamiento con el actor Ernesto Larrese, a ver si lo hacía entrar, otro famoso actor, Carlos Santamaría, se acercó al mismo lugar. Y lo rebotaron también.

En medio del nerviosismo de algunas personas que no estaban anotadas para entrar y rogaban favores a sus conocidos detrás de las rejas, apareció un señor canoso, de traje, zapatos y tapado azul que comenzó a arengar: “¡Qué no decaiga la alegría! ¡Por qué tanta seriedad!”, gritaba. Luego desenrolló su pancarta: “Los mismos derechos para nuestros hijos gays y sus hermanos heterosexuales”. Turistas, activistas y curiosos se acercaron a él para retratarse, sosteniendo la pancarta. “¿Brasil? Ustedes van a conseguir el matrimonio igualitario también, no se preocupen”, le decía a una activista del país vecino.

“Me llamo Francisco, vine con mi esposa y otras dos personas más del grupo de Padres, Familiares y Amigos de Gays y Lesbianas. Armamos el grupo en 1998, le aclaro que en Estados Unidos hay 500 filiales”, informó el señor. ¿Y en Argentina cuántas hay? “Dos, la otra está en Córdoba, entre paréntesis, funciona en una iglesia católica. La armó una señora que es militante católica, pero que entendió enseguida que éste es un tema de amor. Algunas iglesias tienen un discurso distinto que la cúpula”, respondió. Su esposa, Ema, contó que recién después de la aprobación de la ley blanqueó la orientación sexual de su hija con la mujer que limpia su casa desde hace casi 25 años.

“Yo quería compartir la alegría que sentía. Ella lo entendió enseguida, me dijo: ‘Señora esto es así, yo tengo un sobrino en Tucumán que está en las mismas condiciones, es amor, no otra cosa’”, recordó Ema. Además de la alegría, la mujer siente tranquilidad por la aprobación de la ley porque fue “una decisión transversal, no de un solo partido”. Su marido, en una pausa tras sacarse varias fotos con su pancarta, regresó con una sonrisa enorme: “Ya está, ya está”, se decía a sí mismo. “Yo creo que el 60 por ciento discrimina por ignorancia, el 20 por ideología y el otro 20 es abierto a la diversidad. Ahora ese 60 por ciento está mejor informado, eso es lo que ganamos”, concluyó.

A la vuelta de la entrada principal, sobre la calle Hipólito Yrigoyen, cinco activistas de la Asociación de Travestis, Transgéneros y Transexuales de la Argentina (Attta) se fotografiaban entre ellas. “Nunca me imaginé que iba a entrar en la Casa Rosada”, dijo Nadia Molina, que además de coordinar a la Asociación en Córdoba, trabaja en el Instituto contra la Discriminación. “El matrimonio igualitario fue el primer obstáculo superado, ahora falta la ley de identidad de género para tener documentos acordes con nuestra identidad, lo que facilita la entrada a la escuela o alquilar una vivienda. También queremos sacar los edictos que criminalizan el travestismo en muchas provincias”, enumeró.

Pocos metros más adelante, cuatro norteamericanos, todos trajeados, eran observados con asombro y desconfianza por sus vecinos en la fila. “Se deben haber equivocado de lugar, por ahí quieren ir al Ministerio de Economía”, le dijo un activista a otro, que llevaba la bandera con los colores del arco iris colgada de los hombros. No estaba del todo equivocado. “Venimos de Washington D.C., somos de la Cámara de Comercio de Gays y Lesbianas de los Estados Unidos, vinimos invitados por la embajada norteamericana”, se presentó uno de ellos, Justin Nelson.

“Estoy muy excitado por todo lo que está pasando en Argentina, es algo histórico, muy positivo, nos da esperanza a los demás países de América y del mundo entero. El cambio está ocurriendo ahora mismo”, agregó Nelson, que vino en misión comercial y de intercambio cultural, junto a otras personas en representación de nueve empresas estadounidenses. “Queremos generar contactos y ver oportunidades de exportar”, comentó antes de que alguien lo tomara del brazo y lo colara a él y a sus tres compatriotas más cerca de la puerta.

Ya estaba anocheciendo cuando llegó el diablo con pulóver y calzas negras, cuernos, cola y dos tridentes rojos. Y claro, también se coló. “Soy de la Movida del Diablo, un grupo de 200 personas compuesto por músicos, artistas visuales y abogados. El nombre está inspirado en la frase del cardenal Jorge Bergoglio”, dijo el hombre, que resultó ser el artista Roberto Jacoby. ¿Estaba haciendo una performance? “No, esto es un acto político, también fuimos al Congreso cuando se aprobó la ley, fuimos los que cantábamos ‘¡Satanás, Satanás, sacate la sotana, Satanás!’”.

jueves, 22 de julio de 2010

Sociocontraataca en la rosada igualitaria. Entrevista a Ernesto Meccia




Sobre la ley de matrimonio igualitario y la iglesia católica: LA DERROTA DE LA MÁQUINA DEL MIEDO. Entrevista a Ernesto Meccia
Por feduba prensa el 22 Julio 2010
En el marco de las entrevistas realizadas a actores claves del mundo académico, FEDUBA dialogó con Ernesto Meccia, Licenciado en Sociología y Magíster en Investigación Social (UBA). Es autor del libro “La cuestión gay. Un enfoque sociológico” (Gran Aldea Editores, 2006). En la actualidad se desempeña como Profesor de Sociología en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional del Litoral.
¿Cuáles son los sentidos más importantes la ley que aprobó el Senado que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo así como la adopción de hijos?
En mi opinión, es trascendente desde una doble perspectiva: en primer lugar, es saludable que la clase política de nuestro país no tape más el sol con el dedo; mejor dicho, es saludable que se haya dado cuenta que el sol existe con independencia de su voluntad.
Los cambios que se aprobaron en el Código Civil no inventan absolutamente nada, esta nueva legislación viene a reconocer una realidad preexistente. Para aquellos que se asustan, que se queden tranquilos: las familias homoparentales (también llamadas “nuevas familias”) no representan el invento de las organizaciones LGTB, sino que representan una realidad silenciada e invisibilizada.
En segundo lugar, este cambio es trascendente porque se vincula directamente al quehacer propio de la clase política que tiene que ser estrictamente “político” y no vinculado a cuestiones extra políticas, sobre todo de tipo religioso.
Los políticos tienen la Iglesia para rezar y el Parlamento para legislar. El casamiento entre personas del mismo sexo que ahora contempla la ley no es un asunto sacramental ni sagrado. Esto debemos destacarlo en un país como el nuestro en el que la Iglesia Católica -a pesar de no ser la religión de Estado- tradicionalmente tuvo (y en muchos aspectos sigue teniendo) una capacidad de presión muy importante sobre las discusiones políticas y sobre los contenidos e implementación de las políticas públicas.
Yo vengo estudiando este tema ya hace tiempo y te puedo asegurar que lo ocurrido marca un antes y un después. La derrota que sufrió la Iglesia Católica no solo no tiene precedentes sino que no tiene marcha atrás. Cuando en los días previos, escuchaba como el cardenal Bergoglio y otros personeros de la jerarquía católica incurrían en el delito de discriminación demonizando a los demandantes, y cuando luego se pusieron a organizar la movilización frente al Congreso y hablaban de plebiscitar la iniciativa parlamentaria, me decía que todo esto tenía que ver con un final, que comenzaban a escucharse los acordes de un maravilloso réquiem, que estábamos en las vísperas de la culminación definitiva de un largo y ominoso ciclo de dominación política y cultural de la Iglesia Católica que se confunde casi con la historia misma de nuestro país. Esas reacciones previas eran estúpidas estrategias típicas de quien patalea inútilmente para no ahogarse.
Pero el problema de esta religión no consiste que tiene que vérselas solamente con una clase política que puede decidir en condiciones de relativa autonomía. El gran problema, en realidad, es que no encuentra el modo (porque ese modo no existe) de enfrentar un clima cultural general de reconocimiento de las diferencias, de secularización de la vida social y de valoración de los proyectos de vida individuales. Destaquemos que aquello con lo que no puede la Iglesia es con una franja importantísima de su feligresía, cuya sensibilidad es contraria a la de su jerarquía. Si esta institución fuera un poco democrática, Bergoglio debiera haber presentado su renuncia y adelantar las elecciones. Ya sé que eso es imposible. Pero me queda la compensación de que Bergoglio ya no es más un candidato “papable”, con lo cual nos ahorramos una vergüenza argentina en el exterior (ya hemos tenido unas cuentas).
Los argumentos de diputados y senadores que se escucharon a favor y en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo ¿suelen coincidir con los de la sociedad en su conjunto? ¿fueron representativos?
Sin dudas, seguramente. Pero tenemos que partir de una premisa muy profunda: toda representación política es siempre imperfecta. Hay muchísimas demandas de los colectivos LGTB, o de otros colectivos sociales, que no están representadas del todo en los debates parlamentarios. Esta incompletitud estructural de la representación podríamos asociarla al carácter “reciente” de un debate. Pero nos equivocaríamos. La profundidad de esta premisa, en realidad, va más allá del tiempo, es atemporal: todo tema social o político (por más que se discuta desde siglos) siempre va revelando nuevos aspectos que los discursos políticos nunca llegan a capturar just in time.
Es muy importante que pensemos esto así, de lo contrario, caeríamos en una visión simplista y tranquilizadora de la representación política. Por favor, no creamos que porque existe esta modificación en la ley ahora el colectivo LGTB que festejó emocionado se quedará tranquilo. No, existen muchas otras demandas que no representó este debate. Recuerdo que cuando los gays obtenían una porción de ciudadanía los políticos pensaban: “bueno… ahora ya está”. Fijémonos qué lejos está eso de la historia real: siempre surge una nueva dimensión de la problemática que busca su lugar en el lenguaje político.
Bien esas nuevas demandas no solamente son infinitas sino que no sabemos cuáles son. La vida “pura” en la sociedad tiene que ver con esto: con la indeterminación –que en este caso quiere decir “apertura”- de los asuntos sociales, de qué somos, de qué queremos. El que tiene todo “cerrado” tendrá dogmas. Pero el dogma no es una representación, es una “re-citación” casi ritual de lo que alguna vez se pensó. Por eso, el político que quiere hacer política con dogmas se destituye a sí mismo. Estas personas tienen que ir a la Iglesia, no a un palacio legislativo.
Hecha esta aclaración, digamos que tanto los que estuvieron a favor y en contra expresaron sentires sociales generalizados de distinta intensidad. Sin embargo, estamos en un momento en que cual el reconocimiento de las diversidades de la vida social en general -no solamente de las diversidades en términos sexuales- viene marcando muy fuertemente el sentir social. Ese sentir social se va trasladando de la esfera social a la esfera política, se siente encorsetado allí. Fijémonos –en consecuencia- cómo con el tiempo la clase política tiene que hacer frente a un repertorio de temas relacionados con este clima cultural que era inimaginable 25 años atrás.
Pienso que –efectivamente- el matrimonio es representativo del sentir de muchas personas pero también tenemos que meternos en la cabeza que existen otras formas de entender la vida en pareja y la nuclearidad familiar que no se reconocen en la alternativa matrimonial. A mí me interesa pensar en la multiplicación de las diferencias y en la multiplicación de las formas de reconocimiento de las diferencias. Es necesario decir esto desde dos puntos de vista: primero, porque estaría bueno que ni se nos ocurra pensar que ahora el matrimonio tiene que ser una norma –un “deber ser”- de convivencia entre los homosexuales y lesbianas. Lo que se aprobó fue la extensión de un derecho que no tenían quienes debían tenerlo. Ese es el sentido de la “igualdad jurídica”. Nada más. Los miembros de los colectivos LBTG debían tener el mismo repertorio de derechos que el resto de las personas y –al igual que ellas- pueden hacer uso de algunos de ellos o no. Lo importante es –ni más ni menos- que se lo tenga. Así como el Estado es universalista a la hora de reclamar el pago los impuestos es que tiene que serlo a la hora de la elección de la vía matrimonial.
Pero no tenemos que ser ingenuos y pensar que para la sociedad está todo bien con la diversidad sexual. Tenemos que ver las famosas dos caras de la moneda. Hay mucha gente que tiene miedo, inclusive mucha gente que dice estar a favor de lo que se aprobó. Desde un punto de vista sociológico es lógico que eso ocurra. Y aquí, nuevamente la responsabilidad es de la Iglesia Católica, esa vieja creadora y recreadora de miedos en la sociedad.
Para que entendamos el modus operandi de la Iglesia relativo al miedo hacia la homosexualidad te propongo que pensemos la homosexualidad como una “muñeca rusa”. Cada muñeca representa un miedo que en su momento la Iglesia –a través de curas y laicos que manda a la televisión- supo explotar. Tengo mucha memoria… el primer miedo (la primera muñeca) fue que si se aprobaban derechos para la homosexualidad, la homosexualidad se diseminaría por la sociedad. Cuando le negaron la personería jurídica a la CHA (primeros años 90) la Corte Suprema de la Nación pensaba así y el cardenal Quarracino en televisión también. A la sociedad le costó mucho vencer ese miedo. Luego vino el SIDA… sin palabras. Luego la Unión Civil: que si se permitía que se unan dos personas del mismo sexo, al día siguiente se iba amanecer con la noticia de que alguien quería unirse con un hermano o con un animal. Luego, cuando la Iglesia ya no pudo contra esto, le pidió a sus personeros en el Congreso que se pongan más cercanos a la Unión Civil que tanto había combatido y contrarios al matrimonio porque –claro- las luchas de los colectivos LGTB habían llegado a la muñeca rusa más medular: los niños que podían adoptarse. Este fue el último gran miedo que agitó la Iglesia Católica, extraño agitamiento de una Iglesia rebosante de casos de pedofilia.
¿Por qué cree que circula la necesidad de justificar el hecho que de padres homosexuales no tienen por qué salir hijos homosexuales, al mismo tiempo que se expresa que no hay nada de malo en ser homosexual?
Por lo mismo que estábamos diciendo: el fantasma homosexual como una muñeca rusa, donde el pensamiento discriminador –que no tiene límites- siempre encuentra una muñeca de donde agarrarse. En este caso, el contagio sería directo, de padres a hijos. Qué increíble todo lo que hace pensar el miedo. Ni los que dicen eso pueden verse a su alrededor y pensar que la gran mayoría de nosotros somos hijos de padres heterosexuales. Pero esa es la lógica profunda del pensamiento discriminador. A la irracionalidad del pensamiento discriminador no podés pedirle una lógica “lógica”, no podés pedirle una especie de feedback entre imaginación y realidad, porque el pensamiento discriminador se alimenta solamente de la fantasía, y es justamente más fantasioso cuando la realidad le sopla la nuca para contradecirlo. Es meramente imaginativo y por eso tan peligroso. Jean Paul Sartre decía algo que no me canso de repetir: “si el judío no existiese, el antisemita lo inventaría”. Es una frase increíble que nos habla de la obstinación del pensamiento discriminador que siempre quiere fabricar al otro como un monstruo para confirmar la “normalidad”, la “seguridad” de quien discrimina que –por definición- es un inseguro… ¿por qué -si no- tanta invención? ¿por qué -si no- tanto terror hacia personas con las cuales nunca ha tomado un café? Seguro que existirá en la mirada del discriminado algo que ilumine alguna verdad muy humana al discriminador que –como vemos- además de inseguro tiene miedo. No obstante, la sociedad viene demostrando un importante grado de madurez, aprendió a verse a sí misma, a tratar de poner entre paréntesis muchas cosas, darse a pensarlas, en vez de levantar el dedo índice para señalar, acusar, enclasar, clasificar. Yo estoy convencido de que la sociedad está mucho más sensible hacia muchos temas, sobre todo, aquellos que se relacionan con las elecciones de vida, con los sentimientos, con las decisiones personales. Bergoglio representó por estos días la exacta contracara y, en este sentido, ha colaborado inmensamente para ampliar la sensibilidad social. Esa gran máquina del miedo ha sido duramente derrotada.
¿Qué papel juega la educación en un país que se pretenda reconocedor y defensor de los derechos de toda su población teniendo en cuenta su diversidad?
Es fundamental, yo soy muy fanático de hablar, de visibilizar. El pensamiento discriminador se alimenta de la fantasía, se alimenta a sí mismo, y como es un pensamiento que no quiere tener relación con la experiencia porque muy probablemente la experiencia lo refute, el otro que construye la imaginación es un otro paradojalmente concreto porque es muy abstracto. Justamente, como es un estereotipo muy fijo, con atributos bien marcados, el modo de desabstractizar esto y concretizarlo en sus propios términos es hablar, es mostrar esas cosas. Es, sobre todo, hacer hablar a los que serían eso, hacer que se vea a los que serían eso, de manera de retorcer el argumento de la discriminación. En este sentido, el rol del educador tiene que ver con desarmar la famosa asociación entre diferencia, extrañeza y otredad. Hay que educar en el rompimiento de las diferencias artificiales y para reconocer diferencias reales. Hay que educar en el sentido de mostrar que lo más universal es la diferencia, por más que haya mayorías. Por más que haya un diferente, tenemos que pensar la diferencia como un universal porque ese diferente necesita el mismo respeto que tienen las mayorías y todos sus derechos. Todos. No caigamos en la trampa de los números y los porcentajes. El otro día estaba en la televisión la senadora Negre de Alonso –esa otra gran perdedora- diciendo que el proyecto alternativo iba a generar el 99% de los derechos que el proyecto que había aprobado diputados. La lección de matemática le salió mal, muy mal.

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miércoles, 14 de julio de 2010

LA MOVIDA DEL DIABLO











Roberto Jacoby, Mariela Scafati, Syd Krochmalny, Nacho Marciano, Lola, Lidia Aufgang, Adriana Minoliti, Víctor Florido, Alina Perkins, Paula Bugni, Julia Ramírez, Santiago Villanueva, Andrés.

martes, 13 de julio de 2010


Tecnologías de la amistad y tecnologías de la confrontación: ¿ni un metro cuadrado de sociabilidad?

Sobre una experiencia de artistas visuales trabajando con el contexto y los conflictos de la militancia estudiantil en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA
por Syd Krochmalny

publicado en

véase en el texto completo