miércoles, 3 de junio de 2009

“De cómo se tejió la conspiración contra el Vasco Othacehé en el C deliberante de Merlo para traicionarlo y lograr la conducción del “Pulpo” Rodriguez




Performance de Diego Melero, en Charlas de Gasolinería en una Shell de Merlo

El miércoles a las 14, 30, desembarcaron en la estación de Merlo, Daniel Kurij, Gustavo Dieguez y Diego Melero. Caminaron hasta la estación de servicio Shell ubicada en Presidente Perón y Avellaneda donde se realizaría una nueva sesión de las ya míticas Charlas de Gasolinería, creadas por el artista Dego Melero. Esta vez implicaba desembarcar en un territorio muy singular controlado baldosa a baldosa por el grupo guiado por el vasco Othacehé. Y lo que hacía de esta experiencia una verdadera aventura conurbana, si se quiere casi un deporte de alto riesgo, era su eje principal: la performance de Melero proponiendo generar un ruptura para traicionar al “Vasco”.

En una mesa del bar de la Shell comenzó la actividad en la que Gustavo Dieguez expuso sobre el conurbano y las propuestas de creación de universidades nacionales que tengan una clara ligazón con el territorio municipal. Diego comentó que Sabatella había intentado hacer un acto en Merlo los días pasados y fue público que tuvo algún problema operativo. Frente a la estación de servicio se alza, imponente, para la aquitectura y cartelería del lugar, el Bingo Merlo. Desde allí los guardias de seguridad se inquietaron cuando nuestros tres personajes comenzaron a sacar fotos ya convertidos en actores de la performance que desarrollaba y había creado Diego. Diego interpelaba a sus compañeros, ahora nombrados como “El sabueso” González y el “Tata” Giménez recordándoles que estaban complotando para armar una fuerza alternativa en el Concejo deliberante que traicionara al Vasco Othacehé y que reclamase a viva voz la conducción de el nuevo conductor: “El pulpo” Roriguez . La perfomance “conspiración traición antivasco” se realizó, y contra algunos pronósticos adversos de algunos que no concurrieron ( con argumentos que a decir verdad tenían altas dosis de cordura y racionalidad) finalizó sin heridos ni bajas. Atrás quedaba la buena onda de la genmte de la estación de servicio que como siempre había generado Diego, la desconfianza de los patovicas del bingo frente a las fotos y el cartel detrás de un enrejado que proponía a Raúl “El pulpo” Rodriguez como conducción.
Patricio Dean

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