viernes, 30 de abril de 2010

Presentación de la revista Apuntes de Investigación











Número de creatividad

La presentación de la revista Apuntes de Investigación se realizó el día jueves 29 de abril a las 19, 30 en la terraza de la editorial Siglo XXI en Palermo Soho. Uno de los invitados al evento, nuestro amigo Patricio Dean, por oficio, escribió sus notas de campo a la madrugada luego de ocurrido el evento y aquí las transcribimos.

La terraza de la editorial Siglo XXI en su casona de la calle Guatemala fue el cálido lugar que los amigos de la revista Apuntes eligieron para presentar su número dedicado a la Creatividad. Sinceramente cuando me encontré con ese título, la primera impresión que produjo en una persona culta como creo serlo, fue la de desconfianza. Qué habrá detrás de este significante trivializado hasta el exceso; qué querrían decir mis amigos editores de la revista con preocupaciones por pelearse con distinto tipo de doxas circulantes, valiéndose de algo que de tan polisémico y convencional puede simplemente significar cualquier cosa. Es verdad que Lucas tiene sesgos romántico populistas que por momentos lo pueden hacer salir de la pista, no obstante entiendo que elige mantenerse en una relación de tensión con esos elementos desde una reivindicación bachelardiana del racionalismo. En la esperanza (estimo), de que ello le resulte productivo. Mis desconfianzas se disiparon casi absolutamente cuando en la madrugada al llegar a mi casa leí con curiosidad la revista y desde el editorial (que comenzaba problematizando el significante) pude concluir, como se decía en el corto tramo de mi niñez argentina de la pampa húmeda, que mis amigos habían, al menos, “salvado la ropa” y construido sobre ese manto confuso, un objeto digno e inteligente.

Cuando subía por las escaleras de la casona de la calle Guatemala todavía no había leído la revista y mi tensión con el nombre elegido para el número continuaba con una frescura y vitalidad que parecían acercarme al enojo. No obstante la amabilidad de ese espacio y las buenas maneras y calidez de Carlitos Díaz, el gerente de la editorial y Laura la encargada de prensa ya predisponían a un clima de amigos y charlas y debate fraternos. En la terraza estaban los que al fin y al cabo son mis amigos: Claudio Benzecry con su capacidad para hablarme del fútbol irlandés, la música brasileña escuchada en un Pub neoyorkino, los avatares de la academia norteamericana y algún debate reciente sobre teoría social; Lucas con nuevo look que en mi biografía personal larga se asocia más a Yul Brinner que a otros calvos más novedosos que mencionaron los editores de la revista ( Un tal Luca Prodan y otro que supongo artista: Carlo De Santos) a los que yo no conozco por mi falta de implicación con la vida cotidiana de Argentina. Estuve con Ricardo Sidicaro y con Georgie Jenkins a quien estimo profundamente más allá de su fuerte herencia británica. Antes de que empezara la mesa llegó Mariana Cerviño, conocida por quienes hacen arte en la Todd University, pero también por el resto de los académicos que entre conmovidos y desconcertados vieron a través de sociología contraataca como Cerviño había intervenido su tesis de maestría hoja por hoja colgándola en la escalera de la facultad de sociales. Los más conservadores creyeron que era un acto anticientífico, sobre todo cuando conocieron su identidad peronista. A propósito venía acompañada de otra investigadora joven, Daniela Lucena, que también se ocupa de cosas claramente extravagantes como ver una vanguardia artística relativamente aliada al primer peronismo. Con las dos estaba una tal mariana Moyano que creí escuchar es una propagandista del oficialismo por el canal 7.

A diferencia de otras reuniones en donde el vino se sirve luego de la presentación, aquí llegabas y te convidaban con un vaso de buen vino, (bueno simplemente porque me gustó no sé cual fue la tecnología que le otorgó una identidad tal o cual), lo que hacía que la comunión entre los asistentes se construyese previamente al evento. Así que una vez comenzada la presentación estábamos todos con ánimo de participar de este evento. Lucas, brevemente, puso las cuestiones que están presentes en los editoriales básicamente en el número 1 y en el aniversario número 10, a saber: preocupación por la excelencia académica, pero en tanto se piense como intervención más o menos indirecta, en la vida pública; voluntad de circulación en los centros del mundo académico y reivindicación de, lo que yo llamaría, la mezcla. Luego de Lucas hizo la presentación específica del número Claudio. Como siempre solvente, buen expositor, realizó un recorrido por los artículos diferentes del número con especial énfasis en los de los presentes y problematizó los casilleros clásicos para pensar cuestiones relativas a la sociología del conocimiento y la cultura. Luego Hernán Thomas que es el autor del artículo sobre transformaciones en la industria vitivinícola, expuso, muy canchero sobre su hipótesis de imaginar una sociotecnología que refute la separación simple tecnología y sociedad. Las particularidades por las que nunca, a juicio de sus trabajos, la transferencia de tecnología resulta en los mismos productos, dado que se incorporan las variables –no menores- relativas a lo local. Paulita expuso su trabajo en el que está presente una situación realmente interesante como objeto de análisis que es la de crisis y casi desaparición de la industria textil, en correspondencia con la producción, por parte de la UBA y en consonancia con experiencias internacionales, de graduados en diseño textil que no encontrarán sus lugares en el mercado de trabajo. Algunos de ellos lo crearán y generarán un espacio de valor cualitativo, que son los locales de diseño y sobre todo la figura de nuevos diseñadores con relevancia internacional. Por último Vanoli habló de las particularidades de las editoriales pequeñas de literatura en ciudades grandes de la Argentina contemporánea. La dificultad y el obstáculo para el conocimiento que supone pensarlas como industria. El público que abarrotaba el salón de la terraza aplaudió con ganas, Lucas invitó a tomar vinos y Carlitos Diaz avisó que llegaban las empanadas. Siguió la charla una larga hora y media más Me contaron que había varios editores con distinto perfil. Alguien muy agradable a quien me presentaron como El Corto, dueño de la editorial Aurelia Rivera, Martín De Santos, sociólogo que estudió en EEUU, cuya familia es la dueña de editorial Manantial, una pareja de editores italianos Patricia Piccolini y Pietro Sacaggio y el mismo Vanoli propietario de una de las pequeñas editoriales de literatura. Vanoli me presentó a su novia, creo que le llaman Poppy y Claudio me contó que es la hermana de un joven caudillo peronista del norte del Gran Buenos Aires. Si mal no escuché Lucas reafirmó diciendo que era uno de los futuros barones del Conurbano- Palacio, se llama, me dijo, y pensé que mi madre irlandesa que había vivido el primer peronismo en la argentina hubiese afirmado que llamarse Palacio y ser peronista era claramente un oxímoron. Lorena Soler (entendí que era una Doctora en sociología paraguaya) vendía revistas y servía vino. También tomaba fotos. Marina Farinetti, muy conocida en los congresos internacionales por su trabajo sobre Santiago del Estero y que alguna vez estuvo como profesora visitante en la Todd University, charlaba muy seriamente con Ricardo Sidicaro, sin soltar su copa de vino. Otro miembro del comité editorial Pepe Casco, que me dijeron es un etnógrafo de tiempo completo en el conurbano bonaerense, apodado el rey del camino de cintura, charlaba con un hombre de cabellos muy largos, otro paraguayo, en este caso artista Performer con el nombre del cantante chileno. A ellos se acercaba Gastón Beltrán a quien conocí en Queens cuando lo apodaban algo así como "El terror de los carros" Lucas me presentó a las autoridades de la Fundación del Sur que son quienes financian a todo el grupo y a la revista: el señor y la señora Dustin Mazzei que están por promover las becas Dustin Mazzei a la innovación en ciencias sociales y las Quindimil Premium para grupos de investigación. Luego me acerqué a Georgie quien hablaba con un artista, creo que atleta y sociólogo húngaro llamado Krochmalny o algo así. Hablaban de Holliwood, de un conocido productor llamado Margulis, creo que ambos lo conocían. Una joven mexicana que charlaba con Benzecry y Danny Sazbón me fue presentada recordándome que había tenido a su novio como estudiante en California, creo que ahora él es actor de telenovelas en Buenos Aires y se llama Juan Palomino. Un joven creo que también Mexicano y antropólogo Santiago Canebardo hablaba con mucha confianza con la encargada de prensa de la editorial siglo XXI. El expositor Thomas, que rompió el mito del Malbec argentino, comía empanadas y tomaba vino, pero no dejaba de escuchar muy atentamente a la antropóloga californiana María Epele.

El evento fue realmente memorable, sobre todo por capacidad para juntar diversos de espacios parecidos. Al final de todo me invitaron y los acompañé a un exclusivo Bar de Palermo Soho. Uno de estilo francés bohemio recomendado por Carlitos Díaz que le llaman lo de Henry.
Patricio Dean
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2 comentarios:

Dani Free dijo...

Excelente Reseña, Patricio! Leer es casi como haber estado ahí.

paola dijo...

los felicito por la presentación de la revista, seguro que fue emocionante cuando lo vieron impreso y listo. festejar es lo mejor que pudieron hacer, siempre hay que hacerlo. los pubs en palermo o esas terrazas que están mas en el soho son ideales