lunes, 28 de septiembre de 2009

Sociología Creativa

Syd Krochmalny


"Mi idea era que el arte consistía
en una especie de pensamiento
formal que obraba sobre un
asunto totalmente actual,
sobre la materia de la actualidad
misma. Nosotros hacíamos
con el arte algo así como unas
demostraciones acerca de fenómenos
que después debían desarrollarse en la realidad."
Roberto Jacoby, inédito


En este texto estableceré algunas conexiones de sentido entre la sociología y el arte contemporáneo para indagar las formas de proceder y encarar la investigación de los fenómenos sociales y proponer algunos elementos comunes y útiles para la praxis sociológica. Me concentraré sobre dos tipos ideales de aprehender conocimiento y la posibilidad de articular ambos. Me refiero al conocimiento científico y a la “práctica creativa” orientada a la investigación de lo social.

¿En la actualidad existe la posibilidad de llevar a cabo una sociología creativa? ¿El pensamiento sociológico puede proceder creativa y prácticamente? Si pensamos el término creatividad desde el sentido común, abogamos por una praxis sociológica creativa ante las formas anquilosadas de investigación ancladas en la burocracia y en rencillas administrativas. Sin embargo, el concepto creación remite a una visión romántica de la acción que trae aparejada algunos problemas filosóficos que no serán materia de nuestro estudio, pero que debemos esclarecer antes de formular nuestra propuesta.

Ahora bien, ¿qué podemos entender por creatividad? El término “creación” puede entenderse filosóficamente en cuatro sentidos:

a. producción humana de algo inexistente a partir de una realidad preexistente
b. producción natural de algo inexistente a partir de algo preexistente
c. producción divina de algo inexistente a partir de una realidad preexistente
d. producción divina de algo inexistente a partir de la nada o creatio ex nihilio

La creación puede ser natural, divina o artística. La creación, poiesis, remite a la invención, a lo original, es decir, al principio, nacimiento, manantial, raíz y causa de algo. Sin embargo, el concepto creación acuña problemas que están a contrapelo de todas las vertientes del pensamiento sociológico, pues remite a una idea de acción indeterminada y trae consigo la idea del creador increado que habita un espacio aparte y sagrado. Por lo tanto, entendemos por creación “la confluencia de un habitus socialmente constituido y una determinada posición ya instituida o posible en la división del trabajo de producción cultural…el trabajo con que el artista hace su obra y… se hace a sí mismo como artista… puede describirse como la relación dialéctica entre su puesto (en el campo)… y su habitus” (Bourdieu, 1984, p. 228).

Si nos concentramos en la creación humana, la praxis artística, y específicamente en nuestro objeto, el concepto de creación debe ser “encorsetado” en un espacio de producción, de tomas de posición, que es producto de la acumulación y sedimentación histórica, es el sistema común de referencia por la cual todos se definen al entrar en un espacio social dado. Tomando estas precauciones pensaremos que el arte relacional, o aquel arte que trabaja con materia social y produce ecologías culturales será del orden de lo “creativo” en la producción de nuevos géneros, subgéneros, nuevas formas de asociación, modelos de sociabilidad, experimentación formal, con medios y materiales diversos dentro de un contexto histórico determinado. Al mismo tiempo debemos tener en cuenta, que las formas de producción artísticas actuales antes consideradas como momentos de la posproducción han sido definidas como elementos de “creación” o producción, hablo de la edición, el montaje, el remixado, el subtitulado, el sampleo y la recomposición, la inclusión de elementos distintivos y dispares. Una forma de arte que ya no elabora sobre el material en bruto sino que trabajan sobre el material del universo cultural (Bourriaud, 2004).

Con estas acepciones podemos continuar en la construcción de dos tipologías: la de la investigación social (en la que veremos 5 subtipos) y la práctica creativa del arte contemporáneo. Comencemos describiendo las distintas formas de proceder sociológicamente.

En primer lugar, la sociología es una ciencia, es productora de conocimiento sobre lo social haciendo uso del método científico. Procede a partir de preguntas sobre un tema, objetivos, elaboración y contrastación de hipótesis. El modo de aprehender conocimiento aquí es a partir de la lejanía del sujeto con el objeto, la observación, la comparación, el análisis o interpretación y la demostración de resultados. También existen otras formas aceptadas por la academia, estás son el pensamiento teórico especulativo (teoría social y filosofía) y el ensayístico (teoría crítica: teoría social y poesía). Los criterios de procedimiento han tomado 5 sendas generales, el modelo de las ciencias naturales (Comte, Durkheim, Marx, etc), el de la narrativa y/o la historia (Marx, Weber, Foucault, estudios culturales, etc), la integración de ambos (Manuel Castells, Bourdieu, Giddens, Habermas, etc) el ensayo (Adorno, Benjamin, Escuela de Frankfurt, etc.) y la producción teórica especulativa (Marx, Schutz, Baudrillard, Mafesolli, Luhmann, etc). Estas 5 formas fueron elaboradas por el logocentrismo en la investigación académica vinculada a la razón empírica o mundana.

Desde su nacimiento la sociología trató de reflejarse en otras formas de aprehender los fenómenos del mundo. A partir del pensamiento de Comte y Dukheim se desarrolló una línea de conocimiento llamada positivismo que intentó llevar a cabo una ciencia de la sociedad o los hechos sociales emulando a las ciencias naturales, en la que se diferenciaba la objetividad de lo social con la objetividad de lo natural. A pesar de esta diferencia los fenómenos sociales debían ser abordados gnoseológicamente como cosas. Es decir, la coseidad del objeto no era ontológica sino que comprometía una decisión epistemológica. Este enfoque buscó explicar los fenómenos sociales desarrollando una ciencia objetiva, específica y metódica de observación y análisis pasando de los rasgos exteriores a los más interiores, de lo visible a lo invisible. El sociólogo debía ponerse en el estado mental de los físicos, químicos, fisiólogos. Este mirada de la sociología buscó explicar, es decir, encontrar las correspondencias, las causas eficientes y las funciones de los fenómenos sociales.

Por otra parte, hay una sociología de la comprensión (verstehen) de los fenómenos sociales con una perspectiva histórica y simbólica, en donde se piensa el mundo social como un sistema de símbolos en el que se manifiesta el espíritu humano expresándose en el lenguaje, el mito, la religión y la ciencia. Se utilizan métodos históricos, narrativos, poéticos con técnicas de observación, redacción y argumentación racional. Toda interpretación se evidencia con una comprensión racional lógica en modos compartidos de significar el mundo. Este modo analiza las conexiones de sentido mediante métodos empíricos.

Hay posturas intermedias entre los dos enfoques iniciales, el interpretativo y el explicativo, que articulan el análisis de la estructura y la acción, en el que se suponen sistemas identificables en los que se establecen relaciones entre sus elementos y acciones provistas de sentido posibles de ser narrables. Este tipo de investigación usa triangulaciones teórico-metodológicas.

Una cuarta forma es el ensayo, un modo de conocimiento interpretativo guiado por la intuición con el mundo. Es una interpretación que tiende a la evidencia de carácter endopático, afectiva, perceptivo-artística, las conexiones de sentido son de comprensión intelectual diáfana y exhaustiva. El ensayo utiliza elementos de la poesía, concentrándose en el concepto, es el conceptualismo en la poesía o a la inversa, la poesía en la filosofía y/o en las ciencias de la cultura. Al carecer de poesía nos atenemos a la quinta forma, me refiero a las interpretación de “autor” o a la teoría abstracta sin fundamento empírico: proposiciones sobre un campo de objetos, relacionadas entre sí desde las que se desprenden las proposiciones restantes (Parsons, Luhmann, etc).

Estas diferentes perspectivas tienen en común el logocentrismo, la primacía del concepto sobre el objeto y sobre cualquier medio alternativo de conocimiento, en una relación pasiva con el objeto. En cambio, el pensamiento creativo propio de las artes de posguerra hasta el presente es una forma activa de explorar el mundo, por medio de la experiencia, el hacer, el crear a través de la práctica, es el acto creativo centrado en la exploración y el descubrimiento. La última década y media en la investigación formal de profesionales creativos del arte y el diseño en Reino Unido, la investigación basada en la práctica generó el objetivo, los fundamentos, el contexto, el enfoque y el desarrollo de métodos innovadores, creativos, rigurosos, generativos y analíticos, logrando visualizar y hacer tangibles los resultados de las investigaciones (Carole Gray, 2006). Este tipo de investigación en artes fue llevado a cabo en el marco académico de los grados superiores y de los programas formales de investigación doctoral (ídem). La indagación a través de la práctica es una forma válida de investigación (ídem). La forma de exposición, revelación y el pensar es la indagación práctica creativa. El arte es pensado como una forma de investigación valiosa pero diferente de adquirir conocimiento (ídem). El trabajo académico en artes fue realizado bajo la experimentación práctica, la utilización de múltiples métodos en las que el investigador es un bricolage (ídem). “La investigación acción participativa valora y utiliza la experiencia de vida. La participación y la “experiencia de vida” apuntan hacia la importancia de la inmersión en un contexto en particular para poder comprenderlo, y su rol en la generación de conocimiento situacional (Gray, 2006 p 109). En las artes creativas el investigador se involucra con la investigación y el contexto de situaciones reales, que son complejas y cambiantes, lo que exige flexibilidad, receptividad e improvisación (ídem, pp 110-111).

Por lo tanto, hay dos formas generales de adquirir conocimientos que podemos enmarcar en la sociología y sus 5 variantes, y el arte contemporáneo. La sociología y el arte contemporáneo actúan hoy en compartimentos estancos, sin embargo existen vínculos implícitos entre ambas, un nexo epistémico subyacente. Uno y otro se lanzan a la investigación de lo social con dos estrategias y modos diferentes de abordar la materia social.

Existe una línea de arte contemporáneo que trabaja sobre las relaciones sociales y formas de sociabilidad que ha sido estudiada por diversos autores (Bourriaud, Bishop, Forster, Rancière y Laddaga). Explora y experimenta el lazo social, modelos de sociabilidad, el estar juntos, el ser en común, con técnicas multimedia haciendo uso de un lenguaje complejo: la palabra, el sonido, la imagen y la performance. Rancière enunció la emergencia de este nuevo régimen, episteme o paradigma estético en el que la praxis artística hace del arte una forma autónoma de vida e identifica al arte como un momento en un proceso de autoformación de la vida (Rancière, 2005). Reinaldo Laddaga refiere a la invención de una cultura de las artes donde la relación sujeto/objeto, el motivo de la separación del espectador y el receptor, y la exposición de una exterioridad, es reducida; es la exploración de las relaciones entre la producción de textos y/o de imágenes y de la vida de las comunidades, generando pequeñas o vastas ecologías culturales (Laddaga: 2006). Citaré algunos ejemplos:

“La posibilidad de un arte relacional –un arte que tomaría como horizonte teórico la esfera de las interacciones humanas y su contexto social, más que la afirmación de un espacio simbólico autónomo y privado- da cuenta de un cambio radical de los objetivos estéticos, culturales y políticos puestos en juego por el arte moderno (Bourriaud, 2006 p. 13 )

“El presente de las artes está definido por la inquietante proliferación de un cierto tipo de proyectos, que se deben a las iniciativas de escritores y artistas quienes, en nombre de la voluntad de articular la producción de imágenes, textos o sonidos y la exploración de las formas de la vida en común, renuncian a la producción de obras de arte o a la clase de rechazo que se materializaba en las realizaciones más comunes de las últimas vanguardias, para iniciar o intensificar procesos abiertos de conversación (de improvisación) que involucren a no artistas durante tiempo largos, en espacios definidos, donde la producción estética se asocie al despliegue de organizaciones destinadas a modificar estado de cosas en tal o cual espacio, y que apunten a la constitución de “formas artificiales de vida social”, modo experimentales de coexistencia” (Laddaga, 2006 p 21-22).

Esta forma de arte tiene antecedentes en obras de los 60, Nicolás Bourriaud ve una correspondencia entre el arte conceptual del 60 y el arte relacional de los 90. Citaré algunas obras mencionadas por él en Estética Relacional:

“la serie I met de On Kawara, del restaurante que abrió en 1971 Gordon Matta Clark (Food), de las cenas que organizaba Daniel Spoerri, o de la Tienda kúdica La cédille qui sourit que abrieron George Brecha y Robert Filliou en Villefranche” (Bourriaud, 2006 p. 34).

En la década de los sesenta en Argentina se produjeron obras que hicieron uso de las teorías de comunicación social para desarrollar obras experimentales. En los siguientes párrafos, Roberto Jacoby, artista y sociólogo comenta aspectos de la producción de esta forma de arte:

“Mi experiencia en la facultad me produjo un efecto doble. Por un lado, descubrimiento y un deslumbramiento con ciertas cosas. Y, por el otro, la sensación de que eso no era para mí. El deslumbramiento lo tuve con la cosa más interesante que tenía la sociología en ese momento, el estudio de lo mediático, la cuestión de los medios, la semiología y también con las teorías revolucionarias. Se hablaba de revolución, sí, pero se exigía estudiar lo que era y lo que no era una revolución. Todo eso de alguna manera me inspiró, pero no tanto como para comprometerme con la investigación propia del sociólogo... imaginé que yo podía hacer otra cosa con lo que aprendía”.

“Creo que fue un cruce entre las lecturas de la facultad que había empezado hacer, las lecturas sobre teoría de la comunicación, el contacto con Eliseo Verón, después con Oscar Masotta, también con la obra de Roland Barthes. Todo ese cruce”.
Roberto Jacoby, Tarado de materia, Tercera Charla, 9 de setiembre de 2008

“Poema ilustrado” o “literatura oral”, Escari, Jacoby y Risuleo

”Arte de los medios o Happening para un Jabalí Difunto” Costa, Escari y Jacoby

Pero la diferencia es que el arte en los 60 buscaba expandir los límites del arte y en la actualidad se trata de poner los límites de resistencia del arte dentro del campo social global. Por ejemplo, mencionaré a Proyecto Venus que fue una micro-sociedad autogestionada ideada en 1999 y llevada a cabo en el 2001. Fue una red de grupos e individuos que intercambiaban bienes, servicios, habilidades y conocimiento. Fue un juego económico y un experimento micropolítico, que estuvo en constante cambio a causa de las súbitas direcciones de los proyectos y deseos de sus 500 miembros. Tuvo una moneda propia, el venus, que operó como medio de intercambio y comunicación, como una herramienta de soberanía y como un símbolo de pertenencia al grupo. A su vez contó con un espacio físico en común llamado Tatlin y con un sitio web precursor de los hoy masivos blogspot, myspace y facebook. Este proyecto es un claro ejemplo de la idea de ecología y emergencia cultural artística en relación al uso de múltiples tecnologías, el saber sobre lo social y la poética utópica.

Billete Venus, 2001-2006



Otro proyecto en esta misma línea fue la construcción de espacios para gestionar las emociones según las disposiciones fácticas del Hospital de Castelló por el artista Joseph Maria Martín. “La idea fue concebir y desarrollar espacios y acciones dentro del hospital para contener y enfrentar las situaciones de las personas que concurren allí. Las operaciones a realizar debían ser de transición e implicación entre el hospital y la emociones, estar equipado para desarrollar en su interior, una serie de acciones orientadas a contener, enfrentar y afrontar, situaciones que acaecen en dispositivos sociales de estas características: enfermedades, muertes, accidentes, nacimientos, curas, altas. Desarrolló una investigación exploratoria a partir de entrevistas a los distintos agentes del hospital desde el director y el personal hasta los pacientes y familiares. La información recolectada fue operacionalizada en la construcción del prototipo con cinco espacios diferenciados: un espacio programado, de carácter privado, ubicado en la terraza de parte exterior del primer piso del hospital, con vistas al jardín interior y junto al pabellón de cuidados paliativos destinado a los enfermos terminales; un espacio de libre utilización, equipado con un ordenador y conexión a Internet; un espacio con servicio de café/ tabaco; un jardín exterior público rediseñado y equipado con hamacas, mesas, sillas, flores, agua fresca, etc., destinado como espacio relacional y de encuentro para los enfermos, familiares y visitantes, usado preferentemente para la lectura, para escuchar música y la relajación”.


No sólo el arte contemporáneo ha trabajado sobre la expansión del arte en lo social, sino también la literatura. El arte contemporáneo ha sido un terreno atractivo para escritores como Bellatin, Noll o Aira (Laddaga, 2007). A los escritores les interesó como los artistas están más “preocupados en construir dispositivos de exhibición de fragmentos del mundo… un proceso en curso” (ídem). La literatura está viviendo un momento en el que los libros son un medio entre otros para transmitir o transportar la palabra. Las artes visuales aspiran a la instantánea, la literatura a la improvisación (ídem). En México, Río de Janeiro y Buenos Aires personas interesadas en las letras “prefieren” dedicarse a realizar performances antes que componer libros para ser leídos de manera solitaria. Performances incluidas en rituales de celebración, fiestas, exposiciones de arte, articuladas con la música, la moda y las artes visuales. Los escritores trabajan en la concepción y elaboración de formas alternativas de circulación. El artista es a su vez un gestor cultural: editoriales, administración de espacios de conversación o concierto, formas de producción y circulación distintas de la industrial. La elaboración de dispositivos y diseño institucional de plataformas en las que se experimentan nuevas formas de producción y circulación, en pos del aumento de la capacidad organizativa antes que la ansiedad autoral, el escritor está lanzado a la invención de formas de asociación. Estas acciones son éticos políticas, el imperativo categórico para estas acciones según Laddaga es el ejercicio de las letras articuladas a prácticas que incrementen las formas de solidaridad (Laddaga, 2007).

El régimen de las artes y la literatura hacen uso de lo social y del pensamiento sobre lo social en la conformación práctica de lazos, asociaciones y ecologías culturales, gestión cultural que produce por mecanismos diferentes a los de la sociedad del espectáculo y las industrias culturales. Esta episteme practica y explora el objeto y la metodología desde múltiples repertorios de acción. En cambio, la sociología ha quedado impasible ante este paradigma de las artes, haciendo uso monoformal del método y la estrategia de conocimiento. La investigación sociológica aplica técnicas de investigación en el paradigma logocéntrico y de observación distante. Sin embargo, ambas comparten un objeto y un saber, pero difieren en el modo de producir conocimiento, y al mismo tiempo ambas se encuentran en un nuevo paradigma el del Pictorial Turn: la pérdida de autonomía y de esencialismo de la palabra ante la descalificada imagen, el paso de lo lingüístico a la imagen, las conexiones entre lo visual, lo cultural y lo social.

El arte contemporáneo utiliza objetos, técnicas, métodos, saberes y estrategias de la sociología y fue quien desbarató las fronteras de su propia institución rompiendo con los límites simbólicos de su identidad, y luego se dirigió hacia la esfera de la sociedad, y se empapó de conocimiento sociológico. Frente a este silencio de la sociología, proponemos la dirección contraria, es decir, que la sociología se “bañe” en arte contemporáneo. En esta experiencia, no nos oponemos sino que proponemos la apertura de la imprescindible argumentación racional y la contrastación de hipótesis, a la dimensión performática, sonora y visual. La idea es problematizar el monoformalismo de las ciencias sociales y practicar la sociología con métodos y herramientas acordes con el lenguaje contemporáneo. La cultura audiovisual emergió primero con el cine y la radio, luego con la televisión y por último con Internet. Este proceso dejó atrás el gran imperio de la comunicación escrita, la integración de texto, imágenes y sonido en un mismo sistema de interacción social a lo largo de la red global hizo del lenguaje contemporáneo un supertexto y metalenguaje que integra la modalidad escrita, oral y audiovisual separadas durante toda la historia de la humanidad (Castells, 2000, p. 360).

Si las artes visuales y la literatura bebieron de la sociología, proponemos que la sociología beba del arte, es decir instamos al movimiento inverso. Sin embargo, esta relación no la emparentamos al estilo de Nisbet y su libro La sociología como forma de arte para quien ambas comparten el mismo tipo de imaginación creadora pero que difieren en sus técnicas y medios de expresión. El tipo de práctica sociológica que promovemos además hará uso de técnicas y medios múltiples según el proyecto a realizar, acordes a los objetivos, los cuales no tienen porque estar predeterminados por la palabra escrita (o paper) o las técnicas de recolección de datos elaboradas por la metodología convencional. Instamos por una sociología que problematice no sólo por medio de preguntas ingeniosas, sino también con técnicas de investigación, de producción y medios de exposición multimedia.


La Castidad, Jacoby y Krochmalny 2006-2007


Baño Revolution, Syd Krochmalny, 2008


También este tipo de sociología es materialista, en el pleno sentido de la palabra. Es una forma de conocimiento práctico que se inserta en la vida social. Es conocimiento abstracto y concreto, no es la representación o comunicación de una verdad sino su constitución, su tejido. Este tipo de trabajo conjuga práctica, compresión y “creación”. En este sentido es política en tanto intentará la transformación de las formas sociales existentes a través de la generación de lazos y modelos de sociabilidad. A continuación citaré la tesis 8 y un fragmento de la tesis 2 de Marx a Feuerbach, que son claves para nuestra propuesta de una sociología de la praxis, es decir: creativa y práctica.

“Toda vida social es esencialmente práctica. Todos los misterios que inducen la teoría al misticismo encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica”
Tesis 8 sobre Feuerbach, Karl Marx

“La disputa en torno a la realidad o irrealidad del pensamiento –aislado de la práctica- es un problema puramente escolástico ”
Tesis 2 sobre sobre Feuerbach, Karl Marx


Para concluir, una pregunta válida sería ¿qué diferencia encontramos entre una obra relacional y una sociológica si ambas exploran lo social experimentado con distintos medios y comparten la función poética (la sensación de extrañeza y sorpresa de una obra, según Jakobson)? Sin embargo, hay dos diferencias, la obra sociológica estará exigida por la racionalidad y la “verdad” (en su sentido histórico, provisorio y consensual). En cambio, la obra relacional estará regida por los valores formales intrínsecos a la obra. A su vez, cada cual cargará sobre su espalda con su propia tradición.


Bibliografía


Bishop, Claire, “Antogonism and relational Aesthics”, October 110, (Fall
2004): pp. 51-79.
Bourriaud, Nicolas, Estética relacional, Buenos Aires, Adriano Hidalgo, 2006.
Bourriaud, Nicolas, Postproducción, Buenos Aires, Adriano Hidalgo, 2004.
Castells, Manuel, La era de la información, V.01, La Sociedad Red, México, Siglo XXI, 2000.
Gray, Carole, La indagación a través de la práctica creativa. ¿Una forma diferente de saber? En I Simposio Internacional de Estudios Visuales, producción como investigación, Teatro del Centro de las Artes, Parque Fundidora, Abril 2006, p 101-126
Laddaga, Reinaldo, Estética de la emergencia, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2006.
Laddaga, Reinaldo, Espectáculos de realidad, Ensayo sobre la narrativa latinoamericana de las últimas dos décadas, Buenos Aires, Beatriz Viterbo Editora, 2007.
Marx, Karl y Engels, Friedrich, Tesis sobre Feuerbach, en La Ideología Alemana, Buenos Aires, Pueblos Unidos, 1985.
Nisbet, Robert, La sociología como forma de arte, Madrid, Espasa-Calpe, 1979.
Rancière, Sobre políticas estéticas, Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, 2005.

2 comentarios:

Catriel dijo...

Esta letra amarilla sobre fondo violeta es completamente imposible de leer.

Anónimo dijo...

tiene razon Catriel... deberia ser legible... este blog no es un obra en si que te chupa si se lee o no.